Como ya hemos dicho, en la retina se transforma la luz para que, a través de señales nerviosas, el cerebro pueda ver las imágenes que entran por el ojo. Una de las enfermedades más comunes en la retina es el desprendimiento. Existen tres tipos de desprendimiento de retina, en este artículo hablaremos del regmatógeno (producido por ruptura de la retina), qué factores de riesgo hay y cuál es el tratamiento más efectivo para tratarlo.
¿Qué es el desprendimiento de retina?
Como su nombre lo indica, el desprendimiento de retina ocurre cuando se desprende la retina neurosensorial del epitelio pigmentario; es decir, en la capa de la retina en la que se hallan más células sensibles ocurre una separación que hace que se llene de líquido esta zona. Al ocurrir lo anterior, la retina neurosensorial pierde riego de la sangre que produce una pérdida de la visión.
Síntomas del desprendimiento de retina
En general, los síntomas de un desprendimiento de retina ocurren sin dolor para el paciente; pero sí puede ver especie de destellos de luz ─fotopsias─ o pequeñas moscas flotantes. Cuando no hay rotura de la retina ─tracción y serosos─, el paciente puede presentar pérdida de visión periférica y central. Además, puede ocurrir que la persona siente como una cortina o velo que le atraviesa el campo visual.
Otros síntomas son la pérdida de visión de manera repentina y sin tener, aparentemente, una razón, o presentar hemorragia vítrea que va a oscurecer la retina.
Algunos factores de riesgo del desprendimiento de retina
Uno de los factores de riesgos más altos para el desprendimiento de retina es padecer miopía. Cerca del 65% de las personas que padecen desprendimiento de retina son miopes; esto se debe a que el ojo de estos pacientes suele ser más alargado y eso incide en el desprendimiento.
De otro lado, hay más incidencia de desprendimiento de retina si la persona tiene antecedentes familiares o personales que predispongan esta condición. Se estima que uno de cada 15.000 personas puede padecerlo, indistintamente de la edad.
Otro factor relacionado con el desprendimiento de retina son las personas que han padecido otras enfermedades del ojo, contusión ocular, haber sido sometido a cirugía de cataratas o haber tenido algún traumatismo.
Diagnóstico del desprendimiento de retina
Para diagnosticar correctamente un desprendimiento de retina es necesario que la persona afectada sea sometida a una oftalmoscopia o una ecografía ocular ─ este último cuando no se puede determinar con claridad el padecimiento─.
Hay dos tipos de oftalmoscopia: primero, la indirecta, que muestra los subtipos de desprendimiento a los que fue sometida la retina. Segundo, la directa, en la que algunos desprendimientos no podrían ser detectados; en estos casos, es recomendable realizar la ecografía ocular: cuando hay hemorragia vítrea, catarata, córnea opaca o se ha experimentado un trauma.
Tratamiento para el desprendimiento de retina
La cirugía es el tratamiento más recomendable en los casos de desprendimiento de retina.
- Cirugía láser. A través de una sonda de congelación o un láser se sella si hay un pequeño orificio o desgarro en la retina.
- Cirugía escleral. Sobre la esclerótica se ajusta una banda de silicona que va a servir para presionar el ojo. Cuando el globo ocular está comprimido, se aplica criocoagulación o procedimiento láser para que la retina retome a su posición inicial.
- Vitrectomía. En este procedimiento se busca limpiar el gel vítreo que originó el desprendimiento de la retina. A través de la vitrectomía la retina neurosensorial se adhiere nuevamente al epitelio pigmentario.
Se recomienda que si presentas algunos de los síntomas arriba mencionados visites a tu médico. ¡Detectar el desprendimiento de retina a tiempo va a permitir una mejoría temprana!